
Aquí en la Argentina el sistema premia la corrupción y castiga la honestidad o el deber, tal es asi que el cabo Bulacio ,también predicador evangelista ,termino pagando en la carcel el cumplimiento de la ley. Quiso llevar presos a 2 integrantes de los Travolta, que no eran musicos de bailanta sino mas bien narcos de cuarta pero al servicio de un capo poderoso: el comisario.
Cristian Bulacio era cabo de la policia federal y alternaba sus funciones con la palabra divina debido a su condicion de predicador evangelista. Lo cierto es que en la comisaria 15 ,donde supo prestar servicios, se lo suele recordar con una mezcla de sorna y recelo. Esto por su recurrente manía de “excederse en el cumplimiento del deber” como sostenían sus jefes y compañeros siempre con un dejo de irritación. Al respecto evocan una pequeña anécdota :
En el frio invierno del 94 no le temblo la mano al estampar una multa por circular en moto sin casco al mismisimo Carlitos Menem.Fue memorable ver como el hijo del entonces presidente acarreaba su pesada Honda Ninja a la seccional, según cuentan.
A viva voz y con un amplio repertorio de insultos le recrimionaron semejante procedimiento sus jefes a nuestro personaje.
Pero la historia que lo llevo a su calvario personal no fue esta sino otra.Una extravagante maniobra del destino que lo condenaría 8 años en el penal.
Su desgracia se desencadeno en medio de la madrugada del 12 de mayo del 2000. Tras bajar de un taxi en la esquina de Quilmas (gran BS AS ). Regresaba de un templo evangelista junto a otro compañero de religión que siguió viaje en el mismo auto. En tanto Bulacio comenzó a caminar con el propósito de llegar a la parada de colectivos. En esas circuntancias se topo con unos tipos que cargaban bolsas en un camion. Su celo profesional lo tomo por alarma y chapa en mano dio la voz de alto. Pero luego tras hacerse presente el propietario del vehiculo cayo en la cuenta de que habia sido un mal entendido.
Todo tranquilo por el momento ,dio media vuelta y siguió su camino….paso un tiempo en lo que continuo caminando, asta que de repente se detubo en seco tras oir un chirrido provocado por cuatros patrulleros pertenecientes a la comisaria 5 la cañada.
Acto seguido lo increpo un policia con caras de pocos amigos. Esta se identifico como Castillo. ¿Fuiste vos el gil que hace rato identifico a los ocupantes de un camion?
Bulacio asintio, Entonces Castillo le dijo : “Tomatela no tenes nada que hacer en mi jurisdicción” y tras insultos y amenazas el cabo se retiro y se dirigio nuevamente hacia su destino.
Pero a las 2 cuadras se detuvo nuevamente ,tambien por otro posible delito que merecia su intervención. Primero fue un aroma leve que iria aumentando a medida que este se acercaba a la esquina.
Y no tuvo dudas: dos sujetos estaban fumando porro.
Primero se les acerco desde el evangelio, acuerdense que era predicador, pero se le rieron en la cara, entonces extrajo su reglamentaria y los conmino a entregarse .Sin embargo su solitario procedimiento quedo inconcluso devido a una nueva intervención del insistente comisario Castillo secundado por otro cana.
A nuestro personaje le llamo poderosamente la etencion que sus colegas de la bonaerense saludaran con familiaridad a los fumadores de marihuana. No imagino que se trataba de dos narcos que trabajaban para el comisario, a tal punto que el seguía con su procedimiento y ya había sacado un acta.
Castillo se la arranco de las manos para romperla en mil pedazitos y junto con el otro policia lo llevaron a empujones asta el patrullero, donde lo desarmaron y le propinaron una brutal paliza.
La siguiente escala fue a 5 cuadras, donde Bulacio fue violentamente bajado del vehiculo.
A un vecino que estaba observando ,el comisario le dijo : “Es un chorro que encontramos en el paredón de su casa, don”
Aquella situación terminaría en la comisaría 5. En esa sede policial nuestro desgraciado protagonista fue sometido a un apurado reconocimiento. Pero antes de que se iniciaran los reconocimientos Bulacio escucho la vos del comisario diciendole a otra persona :”es ese al que tenes que reconocer “ …
Luego vería a castillo junto a otro hombre al que tambien intuyo :”miralo bien que es este “ Era Carlos Bariolo, que en las desventuras de Bulacio interpretaria el papel de supuesta victima. Luego declaro que fue asaltado por este a mano armada, despojandolo de 4 pesos.
4 pesos, esa pequeña suma, con la que se puede comprar un atado de cigarrilos o una gaseosa basto para determinar el destino de una policia que era justamente eso, un policia.
Permanecio encerrado en un pequeño calabozo de la comisaria asta el otro dia . Luego fue llevado a la seccional de Berazategui y de alli directo a la carcel de Magdalena. La jueza Adriana Myszkin le dictaria con suma rapidez la prision preventiba.
Hacete amigo del juez le hubiera dicho el viejo Vizcacha.
Pero ya era tarde y un trivunal lo condenaria a 8 años de prision. Ahora su pesadilla se tornaria duradera.
Lo cierto es que el pobre Bulacio habia cometido el pecado de cruzarse nada mas ni nada menos con la patota de calle de la comisaria de La Cañada. Según algunos vecinos, sus efectivos manejaban todos los delitos del barrio con extorsiones ademas de ser bastante amantes del gatillo facil. Modalidad en la que habian logrado acumular una docena de casos en los ultimos 5 años. El lider de estos entrañables oficiales mantenia aceitadas relaciones con el jefe de Los Travoltra….como su nombre lo indica un grupo de mafiosos. Y 2 de sus dignatarios eran los que bulacio habia pretendido arrestar.
Hacia ya 3 años que este languidecia tras las rejas cuando una nota publicada en TXT relato su historia. Ellos hizo que ,tal vez para evitar un escandalo , su catastrofica situación procesal fuese repidamente revisada.
Cristian Bulacio recupero la libertad en 2004 .En el interin fue expulsado de la policia federal pero ya no predica mas el evangelio.
Al respecto esgrime una razon muy cierta : “tengo tanto odio adentro que me seria imposible poner en mi boca las palabras del señor”.